Patrocinio Selección Española de fútbol

Llevábamos desde 1964, año en que España levantó su primera Eurocopa, esperando el momento para proclamarnos de nuevo campeones del viejo continente. Y ese día llegó.

Fue el 29 de junio de 2008 en el Estadio Ernst Happel de Viena, con Alemania como rival. Un gol de Fernando Torres en la primera parte cambió la historia. Allí empezó a forjarse la leyenda y Pelayo estuvo presente.

El equipo nacional desembarcó en Johannesburgo con un objetivo; volver a España como Campeones del Mundo. Un hito que jamás se había producido pero que, con esfuerzo, trabajo y compromiso, era posible. Y así fue.

La Roja sufrió en una gran final ante Holanda pero nunca tiró la toalla. En la prórroga apareció Andrés Iniesta, haciendo realidad el sueño de miles de españoles. Pelayo lo celebró con todos los que se acercaron a nuestra sede para hacerse una foto con el auténtico trofeo.

La verdadera fortaleza de la selección reside en el grupo y, tras conquistar dos títulos, La Roja no se conformó y luchó por levantar un tercero. La ambición y el coraje del equipo llevó al cuadro español a alzar por segunda vez consecutiva otra Eurocopa.

España conseguía el triplete el 10 de junio de 2012 con una exhibición ante Italia (4-0) en el Olímpico de Kiev. Pelayo volvió a ser testigo de la victoria.

En Brasil no pudimos celebrar otro Campeonato del Mundo. La Roja llegó como una de las favoritas para llevarse el título, pero tropezó en la fase de grupos. Cayó ante Holanda y Chile, desvaneciéndose las opciones de pasar a octavos.

La selección se despidió del torneo con una gran victoria ante Australia. Así finalizaba una época dorada que siempre quedará en la memoria de todos los aficionados españoles.

Tras una brillante fase de clasificación y un gran comienzo de campeonato, con victorias ante República Checa y Turquía, España fue sorprendida por Croacia, que la dejó segunda de grupo.

Este resultado puso a Italia como rival de octavos. Un complicado duelo en el que La Roja cayó 2-0, quedándose sin el pase a cuartos. Nos despedimos así del torneo pensando ya en el próximo reto: otro título mundial.

Después de una fase de clasificación brillante y sin perder un solo partido de los dieciocho disputados, el combinado nacional se presentó como una de las favoritas para alzar el segundo Mundial en la historia del fútbol español.

Tras superar la primera fase como líder de grupo, nos cruzamos en octavos de final contra Rusia, la anfitriona. Solo la suerte de los penaltis nos privó de seguir en el Mundial y de soñar con el título.

Tras lograr la clasificación, y superar un complicado año dónde la Euro tuvo que ser suspendida debido a la pandemia, volvemos a acompañar a nuestra selección en el torneo.

Un torneo en muchos aspectos renovado, con nuevo formato donde se disputará en varias sedes en distintos países europeos, con muchas medidas que lo hacen especial a fin de garantizar la total seguridad de todos los implicados por las circunstancias de pandemia que la rodean y con una selección totalmente renovada por una nueva generación de futbolistas con un gran talento y calidad.

Dónde demostraron un futuro prometedor, realizando un gran torneo, llegando a la semifinales, un éxito para una selección muy joven y que promete darnos muchas alegrías futuras.

En un nuevo Mundial, lleno de novedades y dónde se disputaba por primera vez en un país árabe y en época invernal, la selección española llegaba dispuesta a realizar un buen papel.

Con una selección totalmente renovada y llena de juventud, el combinado nacional alcanzaba los octavos de final del torneo, un meritorio puesto que nos permite pensar en un futuro prometedor y lleno de alegrías.

Tras esta participación ya pensamos con ilusión en próximos torneos, creyendo en el gran potencial de estos jugadores y donde esperemos celebrar nuevos éxitos internacionales.